Irwing es un joven campesino cansado de su aburrida vida en el pueblo. Una mañana acompaña a su hermano Timoteo a una competencia que consiste en domar un corcel. Quien lo consiga… ¡se lo llevará! Pero aquel corcel es una bestia indómita, nadie puede con él. El caballo tira violentamente a Timoteo al suelo y, ¡su bota queda enganchada a un estribo y él cuelga bajo los cascos del semental! Irwing corre desesperadamente en la ayuda de su hermano. “¡Timoteo!”, grita aterrorizado. Al escuchar su voz, el impaciente animal se paraliza y se queda observándolo de una extraña manera; porque aquellos ojos… no eran los de un simple caballo.

Irwing nunca imaginará que aquel mágico encuentro lo llevará a una aventura que cambiará su vida para siempre.

La revolución de las Islas Güaishas y una nueva guerra de razas comienza; elfos y unicornios se preparan para terminar con la tiranía de sus más antiguos enemigos: Alexander, rey de los humanos, y su gigantesco dragón, Whulfila.